Maltrato animal en zoológicos: consecuencias y acciones

En el último año, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha detectado maltrato animal en seis de cada diez zoológicos inspeccionados en México. Esto representa un preocupante porcentaje de 65% de las instalaciones visitadas. Además del maltrato, también se han encontrado compras irregulares de animales en algunos de estos lugares.

En el país, existen actualmente 95 zoológicos que albergan a más de 20 mil animales de 370 especies diferentes, incluyendo aves, mamíferos y reptiles. Durante las visitas de verificación realizadas por la Profepa, se constató que en 58 de estos zoológicos se encontraban faltas al trato digno y respetuoso hacia los animales o no se pudo comprobar la procedencia legal de los ejemplares.

Ante esta situación, la Profepa tomó medidas precautorias y aseguró el 22% del total de los animales, lo que representa un total de 4,186 ejemplares. Entre las especies aseguradas se encuentran tortugas, guacamayas, aguilillas, loros, pericos, iguanas, venados, coyotes, jaguares, tigres, cocodrilos, hipopótamos y jirafas. Es preocupante que el 3% de estos animales asegurados presentaban signos evidentes de maltrato.

Además de los casos de maltrato animal, también se han recibido denuncias por la muerte de animales en algunos zoológicos, como el Parque Zoológico Yumká en Tabasco, y por faltas al trato digno y respetuoso de un tigre de bengala en el Zoológico Wamerú en Querétaro.

¿Cuáles son las consecuencias de este maltrato?

El maltrato animal en los zoológicos tiene graves consecuencias para los animales. Estos seres vivos son privados de su libertad y confinados en espacios reducidos que no cumplen con sus necesidades naturales. El estrés, la depresión y el deterioro físico son solo algunas de las consecuencias de esta situación.

Además, muchos de estos animales son obligados a realizar actividades que van en contra de su naturaleza, como espectáculos circenses o interacciones con los visitantes. Estas prácticas no solo generan sufrimiento, sino que también pueden poner en riesgo la seguridad tanto de los animales como de los visitantes.

Otro aspecto preocupante es la procedencia de los animales que se encuentran en los zoológicos. Muchos de ellos son capturados ilegalmente en su hábitat natural o provienen del tráfico de especies. Estas prácticas contribuyen a la disminución de las poblaciones silvestres y al desequilibrio ecológico.

¿Qué se está haciendo al respecto?

Ante esta problemática, la Profepa ha intensificado la supervisión de los zoológicos y ha implementado un programa de inspección más riguroso. El objetivo es garantizar el trato digno y respetuoso hacia los animales, así como verificar la legalidad de su procedencia.

Además, se han establecido medidas de protección y bienestar animal que los zoológicos deben cumplir, como proporcionar instalaciones adecuadas, alimentación balanceada, atención veterinaria y enriquecimiento ambiental para estimular su comportamiento natural.

Es fundamental que los zoológicos sean espacios educativos y de conservación, donde se promueva el respeto por los animales y se trabaje en la preservación de las especies en peligro de extinción. La educación y la concientización son herramientas clave para lograr un cambio positivo en la relación entre los seres humanos y los animales.

El maltrato animal en los zoológicos es una realidad preocupante que debe ser abordada de manera urgente. Los animales merecen ser tratados con dignidad y respeto, y no deben ser utilizados como meros objetos de entretenimiento. Es responsabilidad de las autoridades y de la sociedad en su conjunto garantizar el bienestar de estos seres vivos.

Es importante promover alternativas más éticas y sostenibles, como la creación de santuarios y reservas naturales, donde los animales puedan vivir en condiciones más similares a su hábitat natural. Además, es fundamental fomentar la educación y la concientización sobre la importancia de la conservación de la vida silvestre y el respeto hacia todos los seres vivos.

El cambio está en nuestras manos. Debemos trabajar juntos para acabar con el maltrato animal en los zoológicos y construir un futuro en el que los animales sean tratados con el respeto y la dignidad que se merecen.